viernes, 23 de diciembre de 2016

Belleza


Penetra bien hondo
no es un puñal, tampoco nada que vive
no es el mar donde entra, nada de agua.    


          Un engendro se levanta  

          sangra-una-aguja-que-tiene-ahí.

¿Puede estar en una persona
aquello que mora en la música?

Lo inconmensurable,
en su sonrisa,
¿puede?

En su mirada que atraviesa
mi insomnio,
¿puede?

O acaso el otro sea
lo infinito.

Oh música música, empieza ya a sonar
al menos en trompetas de guerra
que asolen la tierra,
al menos desde sus manos en el piano
          frías
          siempre frías,
arrastra todo de una vez,
levanta al mar y a los vientos
rebana ya con acero impiadoso mi cabeza,
¡aniquílame!
pero pronto,
destruye al mundo y que siga sonando
desde sus manos frías
aquel sonido filoso,

insoportable,
inicial.
 

n-